martes, 23 de marzo de 2010

La Llegada del primer hermanito

Hola a todos y todas, siento haber tardado en actualizar el blog. He aprovechado que algunos de vosotros estais en esta situación para colgar este artículo, que quizás os ayude un poco a llevra mejor esta situación.


LA LLEGADA DEL PRIMER HERMANITO/A

Los celos son algo normal en los niños ante la llegada de un nuevo hermanito. En ocasiones, vuelven a comportarse como bebés para reclamar más atención de los padres.
La llegada de un hermanito puede producir importantes cambios en la conducta del niño, incluso regresión. Por ejemplo, vuelven a exigir biberones cuando ya lo habían dejado, se chupan el dedo de nuevo o se hacen pipí en la cama.

Es posible que el niño se sienta triste e irritable, y quizá aproveche los momentos en los que no es observado para agredir físicamente al nuevo hermanito. También podrían surgir en él sentimientos de inseguridad, miedo y angustia.

COMPLEJO DE CAÍN

El niño piensa que mamá prefiere al bebé porque es más pequeño, por eso se comporta como un bebé. Esta actitud es denominada “Complejo de Caín”. Durará poco tiempo, ya que el niño querrá volver a ser grande para disfrutar de las ventajas de ser mayor. Los padres deben ser conscientes de que él también tiene necesidades de amor y caricias.

CONSEJOS PARA QUE RECIBA AL HERMANITO CON ENTUSIASMO:

- Durante el embarazo, la madre debe hablar al niño de su nuevo hermano y explicarle que necesitará ayuda para cuidarlo.

- Los padres deben conversar con él sobre algún amiguito que tenga hermanos y hacerle pensar que será bonito tener un hermanito.

- El día que nazca, es bueno darle un regalo de parte de su hermanito.

- Cuando la madre vaya a la clínica, es conveniente dejarlo con alguien con quien se sienta importante. Lo mejor es que lo lleven a la clínica a ver a su madre y a conocer al bebé.

- No hay que descuidar al niño por la llegada del bebé. Los padres deben hacer un esfuerzo; acompañándolo, por ejemplo, a comer y a bañarse.

- Es bueno dejar que el niño toque al bebé y lo acaricie desde sus primeros días. No hay que ser sobreprotectores con el nuevo bebé.

- Los padres deben explicarle que siempre será amado y protegido por ambos.

- Es positivo que los padres desarrollen en el niño su sentido de protección hacia el bebé. (El más fuerte protege al más débil).

A pesar de todo, los padres deben estar preparados para que su hijo sienta celos, hasta que se acostumbre a la nueva situación.

Una vez que el niño supere las dificultades de la nueva etapa, se verá enriquecido por la nueva experiencia. La relación que establezca con su hermano le ayudará en la relación con otros niños. Aprenderá a compartir y aceptará que en toda relación hay que recibir pero también dar.

Te proponemos un cuento para explicar a los niños y niñas el sentimiento de LOS CELOS:

LA JIRAFA CLAUDIA

Te voy a contar una historia sobre nuestra amiga, LA JIRAFA CLAUDIA. Ahora, Claudia ya es una jirafa mayor... ¡Tiene trece años! Pero cuándo tenía siete años tuvo que aprender una lección muy importante. ¿Quieres que te la cuente? ¿Sí? ...
Claudia, tenía muchos amigos y amigas: el león Pepo, los monos Bruno y Bartolo, la cebra Alicia y el rinoceronte Carlitos. Por las tardes, cuando salían del colegio jugaban al escondite, a la pelota... ¡Se lo pasaban bomba! Aunque antes de jugar, siempre hacían los deberes. ¡Todos eran muy trabajadores y aplicados! Por eso siempre sacaba buenas notas y sus papis estaban muy contentos.
Pero cuando se despedían para volver a casa, Claudia era la única que no tenía hermanitos, ni hermanitas. Y por eso algunas veces se aburría y se sentía sola. Lo bueno era que todos los juguetes eran para ella, y los mimos, y los caprichos. ¡Era la reina de la casa! Sus amigos siempre le decían -Claudia, tienes mucha suerte, ¡todo es para ti!- Y ella aunque estaba muy contenta les decía - Sí, pero también tengo que jugar sola, y muchos días me aburro -.
Pero un día la mamá de Claudia le dio una sorpresa - ¡Vas a tener una hermanita!- Al principio, Claudia se puso muy contenta, así tendría alguien con quien jugar, reír, sería su mejor amiga, ¡Una nueva compañera de juegos para todos los días y para todas las horas del día!
Pasaron los meses y a mamá jirafa le creció mucho la tripita...eso quería decir que su nueva amiga llegaría muy pronto. Entre papá, mamá y Claudia pensaron en el nombre de la chiquitina. ¡Se llamaría Laura!
Llegó el momento y mamá se fue al hospital. Después de unos días Laurita llegó a casa. Ahora tendría que compartir la habitación, los juguetes y sobre todo el tiempo de mamá. Laurita era tan pequeñita que no sabía hacer nada sola, le tenían que dar la comida, lavarla y hasta tenía que dormir en la misma habitación que los papas. Claudia, aunque la quería mucho, estaba triste...¡Todavía no podía jugar con ella! Y encima mamá y papá estaban más pendientes de Laurita... ¡Todos los regalos eran para ella!
Eso de tener una hermana, era más complicado de lo que parecía, así que Claudia se lo contó a sus amigos. Todos tenían hermanos mayores o pequeños y cada uno intentaba mostrarle su visión: la cebra Alicia era la pequeña de siete y le decía que sus hermanos siempre le protegían, y que ella tenía que hacer lo mismo con Laura; Los monos Bruno y Bartolo eran gemelos, así que no sabían explicarle nada... ¡Ellos desde el principio habían sido dos! ; Carlitos, era el mayor de tres rinocerontes y era el que mejor la entendía, le contó que él había sentido lo mismo DOS veces -Al principio fue muy aburrido, y además el bebé no paraban de llorar. Yo me sentía apartado y pensaba que mis papis querían más a mi hermano que a mí. Pero cuando nació el tercero, fue mucho más fácil. Ahora los quiero mucho, mucho, mucho... ¡Son mis mejores amigos!- decía Carlitos; Pepo el león, tenía una hermana también pequeña y le decía -Yo al principio también tenía celos y me sentía mal, pero ahora he aprendido a compartir. ¡Es lo más divertido!-.
La conclusión es que todos habían sentido ENVIDIA o CELOS, alguna vez, pero con el paso del tiempo: TODOS ERAN VERDADEROS AMIGOS.
Y aunque de vez en cuando tienen alguna pelea, o enfado, siempre se perdonan y se quieren. Tener hermanos o hermanas tiene muchas cosas buenas y Claudia aprendió la lección.
Ahora que Laura ya tiene cinco años juegan juntas. Y Claudia la cuida y la protege. ¡Con el tiempo se quieren cada día más! Sólo hay que saber esperar...
Oye, que Claudia y sus amigos te mandan un beso gordo, gordo... ¡Muaaaaaaack!