Sitio de encuentro entre escuela y familias, donde colaborar, comentar, conocer, y sobre todo, aprender a estimular el desarrollo de nuestros hijos e hijas.
miércoles, 8 de diciembre de 2010
Redes Educar para fabricar ciudadanos eduardo punset (Parte 1)
Es evidente que nuestra sociedad necesita un nuevo modelo educativo. No podemos seguir utilizando la misma forma de educar de hace 100 años. Ha habido tantos cambios que no podemos esperar que las nuevas generaciones se motiven si no nos ajustamos a sus necesidades. Es el momento del cambio.
lunes, 25 de octubre de 2010
Ponencia de Emilio Duró (2-2). Inteligencia Emocional
Aquí os dejo un trocito de una ponencia que no dejeis que os despiste, porque al principio, no tiene nada que ver con la educación, pero en poco os dareis cuenta que, con un tono muy cercano y dinámico, intenta explicar los últimos avances científicos para explicar cómo pensamos, cómo sentimos y por qué somos como somos. A mí me pareció interesantísimo y por eso os recomiendo que aunque aquí, solo os deje este fragmento que es el que habla más sobre los niños y niñas de 0 a 3 años, veais la ponencia completa, que la podreis encontrar en www.youtube.com.
domingo, 25 de abril de 2010
10 claves para desarrollar la I.E.
10 claves para llevar la inteligencia emocional en casa
1. Enfoquese en las fortalezas. Cuando su hijo trae a casa un examen, hable primero sobre lo que él o ella hizo bien. Luego hable sobre qué se puede mejorar. Alabando algunos puntos fuertes. No se limite a criticar las cosas que se han hecho mal.
2. Seguimiento de consecuencias por mal comportamiento. A veces los padres toman decisiones o utilizan castigos que son difíciles de mantener. Usted podría decir: "A causa de lo que hiciste, sin televisión por un mes." Tanto usted como su hijo saben, que después de uno o dos días verá el televisor de nuevo. Por ello, debemos decidir sobre las consecuencias que sean justas, y luego llevarlas a cabo.
3. Pregunte a los niños cómo se sienten. Cuandole pregunta a su hijo sobre sus sentimientos, el mensaje que le aporta debe ser que usted se preocupa y que son importantes.
4. Busque la manera de mantener la calma cuando está enojado. Es normal que se enoje o irrite a veces. Aprenda a reconocer las "situaciones de disparo" y hacer algo al respecto antes de que usted pierda el control. Trate de respirar profundamente por unos momentos. Considere la posibilidad de una "zona tranquila" donde la gente puede ir cuando están molestos. O puede simplemente dejar de hablar y salir de la habitación por un tiempo. Siéntense en familia y hablar sobre lo que cada uno puede hacer para mantener la calma.
5. Evite humillar o burlarse de su hijo. Esto puede hacer que los niños se sientan mal consigo mismos. Puede conducir a una falta de confianza en sí mismo y, a su vez, puede acarrear problemas con el trabajo escolar, enfermedades y problemas para llevarse bien con los amigos. Las críticas injustas y el sarcasmo también perjudica el vínculo de confianza entre padres e hijos. Sea consciente de cómo hablar con sus hijos. Deles el espacio para cometer errores a medida que aprenden nuevas habilidades.
6. Esté dispuesto a disculparse. Los padres tienen que ser capaces de pedir perdón a sus hijos si lo que dijeron no era lo que quería decir. Explique con calma lo que realmente quería decir. De esta manera estás siendo un buen modelo a seguir. Estás mostrando lo importante que es para pedir disculpas después de herir a alguien. Usted está enseñando que es posible la solución de problemas con el respeto a la otra persona.
7. Dar opciones a los niños y respetar sus deseos. Cuando los niños tienen la oportunidad de tomar decisiones, aprenden a resolver problemas. Si usted hace todas sus opciones para ellos, nunca aprenden esta habilidad clave. Dar a los niños maneras de expresar sus preferencias y realizar proyecciones de las decisiones , haciéndoles saber que sus ideas y sentimientos son importantes.
8. Haga preguntas que ayuden a los niños a resolver problemas por sí solos. Cuando los padres se enteran que su hijo tiene un problema, tienen la tentación de intervenir y tomar el relevo. Pero esto puede dañar la capacidad del niño para encontrar soluciones . Un enfoque útil es hacer buenas preguntas. Los ejemplos incluyen: "¿Qué crees que puedes hacer en esta situación?" Y "Si usted elige una solución particular, ¿cuáles serán las consecuencias de esa elección?"
9. Lea libros y cuentos juntos. Leer cuentos en voz alta es una manera de compartir algo agradable y aprender juntos acerca de otras personas. Por ejemplo, los relatos pueden ser una manera de explorar cómo las personas lidian con problemas comunes como la fabricación o la supresión de los amigos o la gestión de conflictos. Pregúnte a la maestra de su hijo o a un bibliotecario para que le recomienden cuentos o libros sobre temas que le interesen a usted y sus hijos, que le ayude a guiar a su hijo en sus problemas.
10. Estimular la difusión y la ayuda. Hay muchas maneras de hacer esto. Juntos, usted y su niño pueden preparar los alimentos para personas sin hogar o hacer una recaudación de juguetes. Usted puede ayudar a sus vecinos ancianos o familias necesitadas. Esto enseña a los niños que lo que hacen puede marcar la diferencia en las vidas de los demás.
1. Enfoquese en las fortalezas. Cuando su hijo trae a casa un examen, hable primero sobre lo que él o ella hizo bien. Luego hable sobre qué se puede mejorar. Alabando algunos puntos fuertes. No se limite a criticar las cosas que se han hecho mal.
2. Seguimiento de consecuencias por mal comportamiento. A veces los padres toman decisiones o utilizan castigos que son difíciles de mantener. Usted podría decir: "A causa de lo que hiciste, sin televisión por un mes." Tanto usted como su hijo saben, que después de uno o dos días verá el televisor de nuevo. Por ello, debemos decidir sobre las consecuencias que sean justas, y luego llevarlas a cabo.
3. Pregunte a los niños cómo se sienten. Cuandole pregunta a su hijo sobre sus sentimientos, el mensaje que le aporta debe ser que usted se preocupa y que son importantes.
4. Busque la manera de mantener la calma cuando está enojado. Es normal que se enoje o irrite a veces. Aprenda a reconocer las "situaciones de disparo" y hacer algo al respecto antes de que usted pierda el control. Trate de respirar profundamente por unos momentos. Considere la posibilidad de una "zona tranquila" donde la gente puede ir cuando están molestos. O puede simplemente dejar de hablar y salir de la habitación por un tiempo. Siéntense en familia y hablar sobre lo que cada uno puede hacer para mantener la calma.
5. Evite humillar o burlarse de su hijo. Esto puede hacer que los niños se sientan mal consigo mismos. Puede conducir a una falta de confianza en sí mismo y, a su vez, puede acarrear problemas con el trabajo escolar, enfermedades y problemas para llevarse bien con los amigos. Las críticas injustas y el sarcasmo también perjudica el vínculo de confianza entre padres e hijos. Sea consciente de cómo hablar con sus hijos. Deles el espacio para cometer errores a medida que aprenden nuevas habilidades.
6. Esté dispuesto a disculparse. Los padres tienen que ser capaces de pedir perdón a sus hijos si lo que dijeron no era lo que quería decir. Explique con calma lo que realmente quería decir. De esta manera estás siendo un buen modelo a seguir. Estás mostrando lo importante que es para pedir disculpas después de herir a alguien. Usted está enseñando que es posible la solución de problemas con el respeto a la otra persona.
7. Dar opciones a los niños y respetar sus deseos. Cuando los niños tienen la oportunidad de tomar decisiones, aprenden a resolver problemas. Si usted hace todas sus opciones para ellos, nunca aprenden esta habilidad clave. Dar a los niños maneras de expresar sus preferencias y realizar proyecciones de las decisiones , haciéndoles saber que sus ideas y sentimientos son importantes.
8. Haga preguntas que ayuden a los niños a resolver problemas por sí solos. Cuando los padres se enteran que su hijo tiene un problema, tienen la tentación de intervenir y tomar el relevo. Pero esto puede dañar la capacidad del niño para encontrar soluciones . Un enfoque útil es hacer buenas preguntas. Los ejemplos incluyen: "¿Qué crees que puedes hacer en esta situación?" Y "Si usted elige una solución particular, ¿cuáles serán las consecuencias de esa elección?"
9. Lea libros y cuentos juntos. Leer cuentos en voz alta es una manera de compartir algo agradable y aprender juntos acerca de otras personas. Por ejemplo, los relatos pueden ser una manera de explorar cómo las personas lidian con problemas comunes como la fabricación o la supresión de los amigos o la gestión de conflictos. Pregúnte a la maestra de su hijo o a un bibliotecario para que le recomienden cuentos o libros sobre temas que le interesen a usted y sus hijos, que le ayude a guiar a su hijo en sus problemas.
10. Estimular la difusión y la ayuda. Hay muchas maneras de hacer esto. Juntos, usted y su niño pueden preparar los alimentos para personas sin hogar o hacer una recaudación de juguetes. Usted puede ayudar a sus vecinos ancianos o familias necesitadas. Esto enseña a los niños que lo que hacen puede marcar la diferencia en las vidas de los demás.
martes, 23 de marzo de 2010
La Llegada del primer hermanito
Hola a todos y todas, siento haber tardado en actualizar el blog. He aprovechado que algunos de vosotros estais en esta situación para colgar este artículo, que quizás os ayude un poco a llevra mejor esta situación.
LA LLEGADA DEL PRIMER HERMANITO/A
Los celos son algo normal en los niños ante la llegada de un nuevo hermanito. En ocasiones, vuelven a comportarse como bebés para reclamar más atención de los padres.
La llegada de un hermanito puede producir importantes cambios en la conducta del niño, incluso regresión. Por ejemplo, vuelven a exigir biberones cuando ya lo habían dejado, se chupan el dedo de nuevo o se hacen pipí en la cama.
Es posible que el niño se sienta triste e irritable, y quizá aproveche los momentos en los que no es observado para agredir físicamente al nuevo hermanito. También podrían surgir en él sentimientos de inseguridad, miedo y angustia.
COMPLEJO DE CAÍN
El niño piensa que mamá prefiere al bebé porque es más pequeño, por eso se comporta como un bebé. Esta actitud es denominada “Complejo de Caín”. Durará poco tiempo, ya que el niño querrá volver a ser grande para disfrutar de las ventajas de ser mayor. Los padres deben ser conscientes de que él también tiene necesidades de amor y caricias.
CONSEJOS PARA QUE RECIBA AL HERMANITO CON ENTUSIASMO:
- Durante el embarazo, la madre debe hablar al niño de su nuevo hermano y explicarle que necesitará ayuda para cuidarlo.
- Los padres deben conversar con él sobre algún amiguito que tenga hermanos y hacerle pensar que será bonito tener un hermanito.
- El día que nazca, es bueno darle un regalo de parte de su hermanito.
- Cuando la madre vaya a la clínica, es conveniente dejarlo con alguien con quien se sienta importante. Lo mejor es que lo lleven a la clínica a ver a su madre y a conocer al bebé.
- No hay que descuidar al niño por la llegada del bebé. Los padres deben hacer un esfuerzo; acompañándolo, por ejemplo, a comer y a bañarse.
- Es bueno dejar que el niño toque al bebé y lo acaricie desde sus primeros días. No hay que ser sobreprotectores con el nuevo bebé.
- Los padres deben explicarle que siempre será amado y protegido por ambos.
- Es positivo que los padres desarrollen en el niño su sentido de protección hacia el bebé. (El más fuerte protege al más débil).
A pesar de todo, los padres deben estar preparados para que su hijo sienta celos, hasta que se acostumbre a la nueva situación.
Una vez que el niño supere las dificultades de la nueva etapa, se verá enriquecido por la nueva experiencia. La relación que establezca con su hermano le ayudará en la relación con otros niños. Aprenderá a compartir y aceptará que en toda relación hay que recibir pero también dar.
Te proponemos un cuento para explicar a los niños y niñas el sentimiento de LOS CELOS:
LA JIRAFA CLAUDIA
Te voy a contar una historia sobre nuestra amiga, LA JIRAFA CLAUDIA. Ahora, Claudia ya es una jirafa mayor... ¡Tiene trece años! Pero cuándo tenía siete años tuvo que aprender una lección muy importante. ¿Quieres que te la cuente? ¿Sí? ...
Claudia, tenía muchos amigos y amigas: el león Pepo, los monos Bruno y Bartolo, la cebra Alicia y el rinoceronte Carlitos. Por las tardes, cuando salían del colegio jugaban al escondite, a la pelota... ¡Se lo pasaban bomba! Aunque antes de jugar, siempre hacían los deberes. ¡Todos eran muy trabajadores y aplicados! Por eso siempre sacaba buenas notas y sus papis estaban muy contentos.
Pero cuando se despedían para volver a casa, Claudia era la única que no tenía hermanitos, ni hermanitas. Y por eso algunas veces se aburría y se sentía sola. Lo bueno era que todos los juguetes eran para ella, y los mimos, y los caprichos. ¡Era la reina de la casa! Sus amigos siempre le decían -Claudia, tienes mucha suerte, ¡todo es para ti!- Y ella aunque estaba muy contenta les decía - Sí, pero también tengo que jugar sola, y muchos días me aburro -.
Pero un día la mamá de Claudia le dio una sorpresa - ¡Vas a tener una hermanita!- Al principio, Claudia se puso muy contenta, así tendría alguien con quien jugar, reír, sería su mejor amiga, ¡Una nueva compañera de juegos para todos los días y para todas las horas del día!
Pasaron los meses y a mamá jirafa le creció mucho la tripita...eso quería decir que su nueva amiga llegaría muy pronto. Entre papá, mamá y Claudia pensaron en el nombre de la chiquitina. ¡Se llamaría Laura!
Llegó el momento y mamá se fue al hospital. Después de unos días Laurita llegó a casa. Ahora tendría que compartir la habitación, los juguetes y sobre todo el tiempo de mamá. Laurita era tan pequeñita que no sabía hacer nada sola, le tenían que dar la comida, lavarla y hasta tenía que dormir en la misma habitación que los papas. Claudia, aunque la quería mucho, estaba triste...¡Todavía no podía jugar con ella! Y encima mamá y papá estaban más pendientes de Laurita... ¡Todos los regalos eran para ella!
Eso de tener una hermana, era más complicado de lo que parecía, así que Claudia se lo contó a sus amigos. Todos tenían hermanos mayores o pequeños y cada uno intentaba mostrarle su visión: la cebra Alicia era la pequeña de siete y le decía que sus hermanos siempre le protegían, y que ella tenía que hacer lo mismo con Laura; Los monos Bruno y Bartolo eran gemelos, así que no sabían explicarle nada... ¡Ellos desde el principio habían sido dos! ; Carlitos, era el mayor de tres rinocerontes y era el que mejor la entendía, le contó que él había sentido lo mismo DOS veces -Al principio fue muy aburrido, y además el bebé no paraban de llorar. Yo me sentía apartado y pensaba que mis papis querían más a mi hermano que a mí. Pero cuando nació el tercero, fue mucho más fácil. Ahora los quiero mucho, mucho, mucho... ¡Son mis mejores amigos!- decía Carlitos; Pepo el león, tenía una hermana también pequeña y le decía -Yo al principio también tenía celos y me sentía mal, pero ahora he aprendido a compartir. ¡Es lo más divertido!-.
La conclusión es que todos habían sentido ENVIDIA o CELOS, alguna vez, pero con el paso del tiempo: TODOS ERAN VERDADEROS AMIGOS.
Y aunque de vez en cuando tienen alguna pelea, o enfado, siempre se perdonan y se quieren. Tener hermanos o hermanas tiene muchas cosas buenas y Claudia aprendió la lección.
Ahora que Laura ya tiene cinco años juegan juntas. Y Claudia la cuida y la protege. ¡Con el tiempo se quieren cada día más! Sólo hay que saber esperar...
Oye, que Claudia y sus amigos te mandan un beso gordo, gordo... ¡Muaaaaaaack!
LA LLEGADA DEL PRIMER HERMANITO/A
Los celos son algo normal en los niños ante la llegada de un nuevo hermanito. En ocasiones, vuelven a comportarse como bebés para reclamar más atención de los padres.
La llegada de un hermanito puede producir importantes cambios en la conducta del niño, incluso regresión. Por ejemplo, vuelven a exigir biberones cuando ya lo habían dejado, se chupan el dedo de nuevo o se hacen pipí en la cama.
Es posible que el niño se sienta triste e irritable, y quizá aproveche los momentos en los que no es observado para agredir físicamente al nuevo hermanito. También podrían surgir en él sentimientos de inseguridad, miedo y angustia.
COMPLEJO DE CAÍN
El niño piensa que mamá prefiere al bebé porque es más pequeño, por eso se comporta como un bebé. Esta actitud es denominada “Complejo de Caín”. Durará poco tiempo, ya que el niño querrá volver a ser grande para disfrutar de las ventajas de ser mayor. Los padres deben ser conscientes de que él también tiene necesidades de amor y caricias.
CONSEJOS PARA QUE RECIBA AL HERMANITO CON ENTUSIASMO:
- Durante el embarazo, la madre debe hablar al niño de su nuevo hermano y explicarle que necesitará ayuda para cuidarlo.
- Los padres deben conversar con él sobre algún amiguito que tenga hermanos y hacerle pensar que será bonito tener un hermanito.
- El día que nazca, es bueno darle un regalo de parte de su hermanito.
- Cuando la madre vaya a la clínica, es conveniente dejarlo con alguien con quien se sienta importante. Lo mejor es que lo lleven a la clínica a ver a su madre y a conocer al bebé.
- No hay que descuidar al niño por la llegada del bebé. Los padres deben hacer un esfuerzo; acompañándolo, por ejemplo, a comer y a bañarse.
- Es bueno dejar que el niño toque al bebé y lo acaricie desde sus primeros días. No hay que ser sobreprotectores con el nuevo bebé.
- Los padres deben explicarle que siempre será amado y protegido por ambos.
- Es positivo que los padres desarrollen en el niño su sentido de protección hacia el bebé. (El más fuerte protege al más débil).
A pesar de todo, los padres deben estar preparados para que su hijo sienta celos, hasta que se acostumbre a la nueva situación.
Una vez que el niño supere las dificultades de la nueva etapa, se verá enriquecido por la nueva experiencia. La relación que establezca con su hermano le ayudará en la relación con otros niños. Aprenderá a compartir y aceptará que en toda relación hay que recibir pero también dar.
Te proponemos un cuento para explicar a los niños y niñas el sentimiento de LOS CELOS:
LA JIRAFA CLAUDIA
Te voy a contar una historia sobre nuestra amiga, LA JIRAFA CLAUDIA. Ahora, Claudia ya es una jirafa mayor... ¡Tiene trece años! Pero cuándo tenía siete años tuvo que aprender una lección muy importante. ¿Quieres que te la cuente? ¿Sí? ...
Claudia, tenía muchos amigos y amigas: el león Pepo, los monos Bruno y Bartolo, la cebra Alicia y el rinoceronte Carlitos. Por las tardes, cuando salían del colegio jugaban al escondite, a la pelota... ¡Se lo pasaban bomba! Aunque antes de jugar, siempre hacían los deberes. ¡Todos eran muy trabajadores y aplicados! Por eso siempre sacaba buenas notas y sus papis estaban muy contentos.
Pero cuando se despedían para volver a casa, Claudia era la única que no tenía hermanitos, ni hermanitas. Y por eso algunas veces se aburría y se sentía sola. Lo bueno era que todos los juguetes eran para ella, y los mimos, y los caprichos. ¡Era la reina de la casa! Sus amigos siempre le decían -Claudia, tienes mucha suerte, ¡todo es para ti!- Y ella aunque estaba muy contenta les decía - Sí, pero también tengo que jugar sola, y muchos días me aburro -.
Pero un día la mamá de Claudia le dio una sorpresa - ¡Vas a tener una hermanita!- Al principio, Claudia se puso muy contenta, así tendría alguien con quien jugar, reír, sería su mejor amiga, ¡Una nueva compañera de juegos para todos los días y para todas las horas del día!
Pasaron los meses y a mamá jirafa le creció mucho la tripita...eso quería decir que su nueva amiga llegaría muy pronto. Entre papá, mamá y Claudia pensaron en el nombre de la chiquitina. ¡Se llamaría Laura!
Llegó el momento y mamá se fue al hospital. Después de unos días Laurita llegó a casa. Ahora tendría que compartir la habitación, los juguetes y sobre todo el tiempo de mamá. Laurita era tan pequeñita que no sabía hacer nada sola, le tenían que dar la comida, lavarla y hasta tenía que dormir en la misma habitación que los papas. Claudia, aunque la quería mucho, estaba triste...¡Todavía no podía jugar con ella! Y encima mamá y papá estaban más pendientes de Laurita... ¡Todos los regalos eran para ella!
Eso de tener una hermana, era más complicado de lo que parecía, así que Claudia se lo contó a sus amigos. Todos tenían hermanos mayores o pequeños y cada uno intentaba mostrarle su visión: la cebra Alicia era la pequeña de siete y le decía que sus hermanos siempre le protegían, y que ella tenía que hacer lo mismo con Laura; Los monos Bruno y Bartolo eran gemelos, así que no sabían explicarle nada... ¡Ellos desde el principio habían sido dos! ; Carlitos, era el mayor de tres rinocerontes y era el que mejor la entendía, le contó que él había sentido lo mismo DOS veces -Al principio fue muy aburrido, y además el bebé no paraban de llorar. Yo me sentía apartado y pensaba que mis papis querían más a mi hermano que a mí. Pero cuando nació el tercero, fue mucho más fácil. Ahora los quiero mucho, mucho, mucho... ¡Son mis mejores amigos!- decía Carlitos; Pepo el león, tenía una hermana también pequeña y le decía -Yo al principio también tenía celos y me sentía mal, pero ahora he aprendido a compartir. ¡Es lo más divertido!-.
La conclusión es que todos habían sentido ENVIDIA o CELOS, alguna vez, pero con el paso del tiempo: TODOS ERAN VERDADEROS AMIGOS.
Y aunque de vez en cuando tienen alguna pelea, o enfado, siempre se perdonan y se quieren. Tener hermanos o hermanas tiene muchas cosas buenas y Claudia aprendió la lección.
Ahora que Laura ya tiene cinco años juegan juntas. Y Claudia la cuida y la protege. ¡Con el tiempo se quieren cada día más! Sólo hay que saber esperar...
Oye, que Claudia y sus amigos te mandan un beso gordo, gordo... ¡Muaaaaaaack!
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